Además de proporcionar a niñas y niños todos los
nutrientes y la hidratación necesarios, la lactancia materna proporciona
beneficios emocionales y psicológicos tanto al bebé como a la madre, y ayuda a
las familias a evitar gastos adicionales en fórmulas, biberones y, al propiciar
la mejor salud del bebé, reduce también los gastos en consultas médicas y
medicamentos.
UNICEF México
Del 1 al 7 de agosto, más de 170 países celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una iniciativa que promueve esta práctica para la salud infantil y materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y su continuación con alimentos complementarios hasta los dos años o más.
Por lo tanto, la leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos, ya que contiene nutrientes esenciales, anticuerpos, enzimas, y células vivas que fortalecen el sistema inmunológico, el desarrollo cerebral y la flora intestinal.
A pesar de sus múltiples beneficios, solo el 28.6% de los bebés en México reciben lactancia exclusiva durante los primeros seis meses, entre las principales barreras se encuentran:
- Publicidad engañosa de fórmulas.
- Falta de apoyo institucional y social.
- Escasez de espacios adecuados para lactar.
- Estigmatización de la lactancia en público.
En respuesta, México ha implementado políticas como:
- La reforma a la Ley de Cultura Cívica en CDMX, que sanciona la discriminación a mujeres lactantes.
- Legislación en salud que promueve la lactancia como parte de la atención materno-infantil.
- Instalación de salas de lactancia en instituciones como la CNDH.
En conclusión, fomentar la lactancia materna es reconocer el derecho de niñas, niños y mujeres a una nutrición adecuada, apoyo institucional, un entorno libre de discriminación, y crea enormes beneficios emocionales entre la madre y el bebé.